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El relato de un bardo: Parte VI - La rueda giratoria
La rueda girartoria es el símbolo de la religión más antigua en Europa, y fue encontrado tallado en la roca desde la Edad de Piedra. Simboliza el movimiento circular de todo en nuestro universo.
Los cuatro radios de la rueda representan las más grandes festividades (solsticio invierno, equinoccio vernal, solsticio verano y equinoccio otoñal), las estaciones (invierno, primavera, verano y otoño), las fases de la vida (reencarnación, nacimiento, vida y muerte), las fases del día (noche, mañana, día y atardecer), los elementos (aire, fuego, agua y tierra), las fases de la Luna (eclipse lunar, creciente, llena y menguante), el cuerpos humanos (hugr, hamr, vörðr y lík), las principales direcciones celestiales (norte, este, sur, oeste), y así sucesivamente, todo rota alrededor de un eje (el [pozo]* wyrd, el árbol mundial, el espíritu, ånd, el centro), como la rueda puesta en la punta de [la vara]* de mayo.
La rueda giratoria puede ser constructiva, dar la vida y creativa, como también ser destructiva, quitar la vida y protectora. Cuando rota en el sentido de las agujas del reloj es una Rueda del Sol que envía poderes al mundo desde wyrd. Cuando rueda al contrario del sentido de las agujas del reloj es un martillo de Þórr, que envía poderes a wyrd desde el mundo. La rueda es el cálido fuego del Sol, que también puede calcinarnos; es el agua dador de vida, que también puede ahogarnos. Crea la vida, pero también quita la vida.
Cuando se empleó en el contexto religióso, la Rueda del Sol aceleraba el proceso y el martillo de Þórr los retrasaba o los reservaba. Ambos símbolos pueden ser de algún modo tanto positivos como negativos, creativos y destructivos, dependiendo la situación.
El propósito de la existencia cíclica es mejorar, para ascender hasta los dioses. Eventualmente, después de ir a través de un indefinido número de ciclos, estaremos los suficientemente mejorados para ser capaz de regresar a Ásgárðr, al centro de la Rueda del Sol; el imperio de los elfos.
La rueda giratoria representa la parte más esencial de nuestro sistema de creencias, la fundación de nuestra religión, y todo en nuestro universo debería ser visto como la luz de eso.
Los cuatro radios de la rueda representan las más grandes festividades (solsticio invierno, equinoccio vernal, solsticio verano y equinoccio otoñal), las estaciones (invierno, primavera, verano y otoño), las fases de la vida (reencarnación, nacimiento, vida y muerte), las fases del día (noche, mañana, día y atardecer), los elementos (aire, fuego, agua y tierra), las fases de la Luna (eclipse lunar, creciente, llena y menguante), el cuerpos humanos (hugr, hamr, vörðr y lík), las principales direcciones celestiales (norte, este, sur, oeste), y así sucesivamente, todo rota alrededor de un eje (el [pozo]* wyrd, el árbol mundial, el espíritu, ånd, el centro), como la rueda puesta en la punta de [la vara]* de mayo.
La rueda giratoria puede ser constructiva, dar la vida y creativa, como también ser destructiva, quitar la vida y protectora. Cuando rota en el sentido de las agujas del reloj es una Rueda del Sol que envía poderes al mundo desde wyrd. Cuando rueda al contrario del sentido de las agujas del reloj es un martillo de Þórr, que envía poderes a wyrd desde el mundo. La rueda es el cálido fuego del Sol, que también puede calcinarnos; es el agua dador de vida, que también puede ahogarnos. Crea la vida, pero también quita la vida.
Cuando se empleó en el contexto religióso, la Rueda del Sol aceleraba el proceso y el martillo de Þórr los retrasaba o los reservaba. Ambos símbolos pueden ser de algún modo tanto positivos como negativos, creativos y destructivos, dependiendo la situación.
El propósito de la existencia cíclica es mejorar, para ascender hasta los dioses. Eventualmente, después de ir a través de un indefinido número de ciclos, estaremos los suficientemente mejorados para ser capaz de regresar a Ásgárðr, al centro de la Rueda del Sol; el imperio de los elfos.
La rueda giratoria representa la parte más esencial de nuestro sistema de creencias, la fundación de nuestra religión, y todo en nuestro universo debería ser visto como la luz de eso.
Varg Vikernes
25.09.2006 (Tromsø, Noruega)
Traducción: Carlos Andrés Mosquera Ruiz
"Déjame morir cuando golpee la brisa
En época primaveral otros medraran,
Como ellos iran y vendran de nuevo
Así es sobre la Tierra, se hacen hombres".
(Glauco, en la Historia de Aquiles).